3 de junio 2021.
Ciudad Valles, San Luis Potosí a 3 de junio, día en que celebramos El Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Iglesia Católica.
Todos los Pueblos se alegren porque Él ha reinado.
Soy tu Señor Rey de Gloria. Hija mía todo a su tiempo llega, mientras vivan sus días en santa paz.
De lejos ven el torbellino acercándose, no será así el día de mi llegada. En un abrir y cerrar de ojos me verán aparecer entre nubes de fuego y entonces que nadie se esconda porque serán hallados por mi justicia.
Y ¿porque a de venir de nueva cuenta quien sembró? Precisamente vendrá a levantar la cosecha.
Hija mía aterrados se verá a los malos hijos, pero ustedes que creen y oran salvados serán de temores.
Quien me conoce no temerá mal alguno. Me conocen porque Jesús mi Hijo les habló de mí. Soy su Padre Celestial y esta vez mi hijo no llegará solo.
La Trinidad Santa como la conocen en la Iglesia será quien venga a de nuevo a levantar a su Pueblo.
Ustedes preparados estén en Santa Gracia, no oculten su rostro a nada teman yo doy vida y paz a su corazón.
Enfrenten sus debilidades y no caigan más. Confiesen sus culpas aún es tiempo del perdón de la reconciliación.
No sean tibios sean fervientes oradores y con fe esperen el día cero.
Cuando La Luz llegue sus penas o problemas se habrán terminado no habrá más afanes.
Y será entonces cuando caminaran en la paz que quiere este tu Dios.
Es cuando se asentará todo y quedará pausado hasta La Parusía.
El mundo es mundo, pero ustedes son mis tesoros que más aprecio.
Las señales están a la vista se los he dicho antes. Es por ello por lo que el mal atiza con más fuerza sugiriendo, tratando de inclinarles al mal.
El deterioro que hacéis a la naturaleza es mayúsculo. Pero aún más grande es el deterioro que habéis hecho a sus corazones, a su Alma que se ve triste avisada que es del retorno.
La violencia es la hermana de la mentira caerán unos y otros los ofensores tendrán su merecido.
Ahora pueden acallar una voz que dice verdades. En el tiempo de mi advenimiento no podrán acallar al contingente de voces angelicales que acompañarán al triduo.
Mi eterno abrazo Hijos e Hijas del Altísimo.
Amor Paz y bien Siempre en la Eucaristía los veo.
El pez va al agua, así mis hijos acuden a mí Dios Uno y Trino. Infinito Soy
Palabras de Hilda. -Amén Señor Jesús.