31 de enero 2023
Ciudad Valles, San Luis Potosí a 31 de enero del 2023.
Queridos hijos, el tiempo se escurre entre sus manos y van muchos al precipicio.
Soy tu madre María del Laurel. La madre de Dios Hijo. Esposa del Espíritu Santo, reina del Cielo por benevolencia de Padre.
De muchas formas o maneras me llaman, siempre La Virgen María.
Han pecado contra el Espíritu, estas nuevas generaciones ya no creen en nada, mas que en sí mismos, se dicen -somos Dioses malinterpretando palabras de Cristo, mi hijo Santo quien vivió en La Tierra y sufrió los dolores del mundo.
La Palabra escrita es por los años, la misma que Dios pone en voces de quien elige desde antaño.
Se levantan muros de soberbia, avaricia y perdición tan altos que le harían sombra a la torre de Babel.
Hijos míos les amo tanto y me duelen ya que pagan justos por pecadores.
La ayuda ya llega, Dios no les ha abandonado. Él sufre con sus hijos los embates del Demonio.
Dios es grande sí y Poderoso Él acabará las miserias de todo tipo.
Muchos de los suyos ya están acá como Max y les miran hacer y deshacer todo a la Luz del Espíritu.
Ustedes miran a la gente, pero solo Dios conoce los corazones de cada uno y todos habrán de ser juzgados oídos y escuchados, labrarán su entrada al eterno cielo.
No se espanten con anuncios planeados por los que comandan las Naciones que al fin todos sus pasos van encaminados a ganancias monetarias. A nadie le interesa terminar con la Humanidad. Ustedes crean en Dios vuestro Padre quien es Dueño de la vida y de la muerte o no vida.
No cansen a su cabeza con lo que aún no pasa, ni pasará por el momento, porque eso los entretiene y no oran solo vacilan en ideas falsas.
A mis niños los abrigo con el Manto mío y ordeno a mis Ángeles sigan sus pasos.
No teman pequeños míos que su madre siempre a la vista se encuentra.
Hilda Esther retoma los mensajes día a día.
El tiempo sigue, que su marcha no te alcance y quede inconclusa la tarea.
Siempre en La Luz amparados por el Espíritu Consolador.
Les amo oren antes de dormir y conciliaran el sueño y repararan sus fuerzas.
Yo miro lo que viene y les vienen cosas buenas.
No se alejen, acerquen sus pasos al Altar donde les espera su Dios.
Su corazón limpien de dudas y amargos dolores.
Les ama
María Virgen