26 de Marzo del Año del Señor 2023.
Mi bendición para todo el Pueblo Cristiano
Soy Yo tu Señor Rey de las alturas; te decía en días pasados…Mi Pueblo, hay mi Pueblo, me a abandonado y al referirme así es porque se han enfriado sus corazones.
Les han echo tanto daño, que ya no quieren sufrir y bien hacen en ya no querer el sufrimiento de quienes los atormentaban, pero su esencia no permiten que cambien. Ustedes son uno con su Dios. Si ustedes son creyentes, tienen fe y van en el camino acompañados con el Espíritu a nada debieran temer, y cuando reciban duras pruebas más tenían que acercarse al Padre en la oración.
Pero muchos se han soltado de la cuerda o del cordón y se han echo insensibles alas cosas del Espíritu. Ustedes recuerden que no solo viajan en ese cuerpo que es físico. El físico un día se ira, trascenderán y seguirán la Luz que a de transformarles.
Alto, un alto en su camino, prioricen. Solo eso les digo hoy.
Mi madre María la callada, envía su bendición y espera grandes cosas de sus hijos los obedientes y quienes se han consagrado ya.
Hay grupos, se forman alianzas, se disgustan unos con otros y se olvidan de que todos en el Espíritu son de uno solo.
Entonces para qué o porque pelear.
Que si la rosa es roja, también puede ser amarilla y verde y sigue siendo rosa.
¿Que no ven?
¿Que es lo importante según ustedes? Acaso no es crecer en el Espíritu y ayudar a otros a que lo hagan?
Pues no es peleando como se crece, mas bien se disminuyen.
Es como un juego de canicas, al final todas caen el agujero.
Aquí nadie es mejor que otro. Todos son hijos predilectos del Padre.
Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tutas a remojar…
ustedes ven a lo lejos el desastre y piensan. Aquí no a de pasar. Se les a solicitado que oren por algo será.
Pongan mas seriedad en las cuestiones de Dios. De cuánto ofreces y que tanto solicites.
Vean su reflejo ante el espejo, éste tiene que gustarles porque ese reflejo es el que ven los demás de ti.
Es trabajo continuo, pulirse, abrillantar su corazón con la oración. Mediten.
Les amo en el amor hermoso de Jesús